martes, 8 de enero de 2013

Al lector azariento


Aventura éxtima

Del modo como D.Quijote hizo sus salidas para, bien pertrechado con la coraza de su estudiada locura, cambiar otros mundos muy lejanos del en que él vivía, así le sucede a quien abre una bitácora para una travesía que intuye hija del azar y de la más férrea voluntad, lo que da un matrimonio más que desequilibrado, cuyos hijos van apareciendo en esta ventana para extimizarse en una exposición que bien pudiera acabar teniendo una vida exclusivamente íntima. Da igual. Escribir ha de ser una necesidad  no un capricho, ni un vehículo exhibicionista. ¡Cuántos textos no tuvieron en vida más mirada acerbamente crítica que la de su autor! Poco a poco irán apareciendo, con ese valor que tienen las golondrinas que sí hacen verano próspero y acogedor.



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